Imagina cómo vas llenando de color un papel en blanco, cómo mueves el pincel y se esparce la pintura sin preocuparte, haciendo que los colores se mezclen y aparezcan tonos inesperados. O el tacto de un trozo de barro, húmedo y flexible, pero que se va secando mientras lo tocas y le vas dando forma. No esperas nada en concreto, no tienes prisa, simplemente disfrutas de ese momento y observas cómo van y vienen tus sensaciones y tus pensamientos, mientras haces aparecer un dibujo o una figura. Eso es en parte la Arteterapia.
Es una forma de psicoterapia que ayuda a mejorar el bienestar físico, mental y emocional de personas de todas las edades, tengan o no patologías. No hace necesario hablar o tener mucho vocabulario, así que es muy útil con niños pequeños, y puede ser beneficiosa si se tienen dificultades físicas o mentales, en casos de conflictos emocionales, problemas psicológicos, deficiencias sociales, desestructuración personal y familiar, para aquellos que atraviesan un momento difícil, o aquellos que quieren conocerse a si mismo y desean potenciar un crecimiento personal. Por todo eso, se utiliza a nivel sanitario, educativo y social, pudiendo tener una función integradora, preventiva y reparadora, ya que facilita cambios significativos a través de medios artísticos.
Puede que el tema artístico, y la palabra arte lleve a pensar en dificultad, y algunos se pregunten si tienen suficientes habilidades para poder iniciar una terapia de este tipo. En realidad, cualquier persona puede realizar Arteterapia, porque no es necesario tener formación artística, ni ser muy creativo. No se busca un valor estético en lo que se hace, y no se da una gran importancia al trabajo final, pero, si se tiene muy en cuenta el placer, el juego con los materiales, el experimentar con sensaciones y sentimientos que se generan en el proceso creativo. Es decir, que lo más importante es la persona, y el arte es un medio para sustituir a las palabras, facilitando la comunicación y la experimentación. Para ello, se pueden utilizar múltiples materiales y medios creativos, según las características de la persona, y sus preferencias: pintura, dibujo, barro, fotografía, collages, danza,…
Se utiliza desde que surgió en Estados Unidos en los años 40, y en Reino Unido está integrado en el sistema general de salud, como un servicio más a los pacientes, y también en las escuelas para el apoyo emocional y psicológico de los niños. Y todo esto se debe a que su eficacia se ha validado en numerosos estudios, y ofrece importantes beneficios, como por ejemplo:
- El proceso creativo ayuda a liberar la creatividad, la expresividad, a efectuar cambios, a resolver conflictos y problemas, desarrolla habilidades interpersonales, aumenta la autoconciencia, la comunicación, la flexibilidad cognitiva y la focalización de la atención.
- Hace posible trabajar con imágenes, lo que permite expresar símbolos y conceptos complejos de forma sencilla, sin tener que traducirlos a palabras, creando, transformando, reviviendo o interpretando experiencias y sentimientos.
- Favorece la catarsis, estimulando la liberación de emociones contenidas e intensas por medio del arte. Éste es un medio menos utilizado que el lenguaje y es menos racional y controlable, lo que permite que surjan cosas inesperadas y reveladoras.
- Facilita proyectar el mundo interno y hacerlo tangible, explorando más allá de lo evidente, transmitiendo vivencias y emociones de forma espontánea, ayudando a darse cuenta, a contactar con uno mismo.
- Integra el mundo interno y el externo, estimulando la creatividad, la posterior reflexión y la reelaboración de los conflictos.
- Promueve una experiencia gratificante, ayudando a recuperar la alegría, y en definitiva mejorando la calidad de vida.
El arte puede contener, proyectar y liberar emociones y vivencias, y la Arteterapia ofrece un entorno seguro y facilitador, mediante sesiones individuales o en pequeños grupos para yudar al proceso creativo, comprendiendo y descubriendo soluciones o acciones para avanzar en las necesidades de la persona. Lo importante es desear experimentar y comunicarse de un modo diferente, para potenciar recursos y darse cuenta de nuevas posibilidades, con el objetivo de poder llegar a ser algo más de lo que nos permitimos ser ahora.
Fuente: Naturalmente Psicología
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